Perdona que te insista, pero es que me cuesta tanto comprender, que esta vez tenia que ser algo irremediable. Y sin embargo, ahora ya no se ni respirar, cada sentimiento es un puñal. No puedo estar mas sin ti, no puedo olvidar tus labios, quiero saber, si tu también te has roto en mil pedazos.

Yo, Adriana A, aseguro que amo a David A sobre todas las cosas, aunque últimamente lo ignore un poquito :$

Y no pensar, tan solo quiero no pensar.

Cuando no tienes internet es cuando se te ocurren las mejores entradas, y estás tan concentrado en pensarla entera que no se te ocurre apuntarla y cuando vuelve el internet ya no te acuerdas de nada.

No es una cuestión de amor o afecto, pues soy capaz de dar y recibir esas cosas. Siento dolor como cualquiera. Necesito tocar y que me toquen. Pero si alguien me pregunta "¿te encuentras bien?" no puedo responder que no. Soy incapaz de pedir ayuda.

- ¿Crees en los flechazos?
- Sí.
- Incrédula...

Una mirada se cruza entre dos desconocidos, que si se hubieran conocido serían el uno para el otro.

♥

Quiero agradecerle la entrada anterior a la señorita de la foto, porque hoy (o algún día de estos) hace dos años que la conocí y siempre me ayuda y me apoya aunque no esté de acuerdo conmigo. Porque es ella la de las conversaciones subrrealistas, la de las tonterias, de risas y de conversaciones de besugos. Es una suerte que la haya tenido durante dos años (casi, casi). Que ha estado en casi todos los momentos importantes, o, al menos, se los he contado. Me lo perdonó todo, las mentiras y los amigos. Por eso, gracias María.

[I!]

No soy diferente, ni especial. No soy fuerte, ni rápida. No tengo resistencia, tampoco flexibilidad. Tampoco soy alta, ni delgada. No tengo nada que me haga diferente de los otros miles de millones de personas que hay en el mundo. No destaco en matemáticas, ni en lengua. No tengo un punto de vista diferente. No tengo ideas innovadoras. Soy, más bien, mediocre. Tengo complejos, como casi todos. No soy extrovertida. Tampoco soy muy segura y, casi nunca, estoy tranquila.
Pero aún así, sigo siendo yo y creo que aún teniendo mil defectos y algunas virtudes, aunque apenas las deje ver, tengo claro que exactamente igual que yo no hay nadie en el mundo y eso me hace especial.